La limpieza y desinfección de los uniformes laborales, va mucho más allá de la mera apariencia. En un hospital por ejemplo, una bata mal lavada es un foco de infección para trabajadores y pacientes.
En el ambiente laboral sanitario es donde mayor riesgo biológico hay, y por lo tanto, donde las enfermedades muestran mayor posibilidad de contagio, como ocurre con la hepatitis B, la hepatitis C, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la tuberculosis. Sin embargo, hay que destacar que la prevalencia de estas enfermedades ha disminuido drásticamente gracias al uso de las medidas de prevención que pueden ser tanto de tipo físico, químico como biológico. Cuando hablamos de prevención física, nos referimos a los uniformes y equipo de protección individual (EPI) que utiliza el personal sanitario.
A las medidas de prevención antes nombradas, deben sumarse las medidas higiénicas sobre limpieza y mantenimiento tanto de la ropa de trabajo como de los equipos de protección, así como una serie de prohibiciones en el lugar de trabajo, como por ejemplo comer, beber, fumar, etc.
Las ambos y uniformes utilizados normalmente por los sanitarios deben cumplir una doble función: por un lado, permitir la identificación de la actividad y función de la persona por parte del paciente y familiares; por otro, la función de protección, aunque no sean prendas clasificables como EPI. Su eficacia depende de que se usen correctamente; por ejemplo, llevando las batas correctamente abrochadas, cambiándose la ropa cuando se cambie de actividad o zona, no empleándolas en áreas accesibles al público en general y fuera del edificio para evitar posible contaminación.
En Lavadero Berazategui utilizamos sistemas de desinfección térmica, física y química para garantizar el suministro de ropa limpia, que ayude al bienestar de trabajadores y pacientes.